Si nos limitamos a decir el cargo de Amuda Goueli, podemos decir que es el cofundador y CEO de la agencia de viajes online Destinia. Y sí, desde luego no está nada mal. Pero lo realmente fascinante que hay detrás de Amuda, es su historia personal ante la que uno no puede quedarse indiferente.
Amuda es pasión, fuerza, lucha, curiosidad, perseverancia y sobre todo, optimismo. Optimismo a raudales que destila por sus cuatro costados y que se te contagia con su primera sonrisa. Su vida es una consecución de momentos y decisiones, que le llevaron de Nubia, una región aislada entre Egipto y Sudán, a recorrer más de 140 países y a ser un empresario de éxito con la multinacional Destinia.
De Amuda extraigo muchas lecciones, algunas de ellas comentadas durante la entrevista y otras. fuera de cámaras.
¿Qué he aprendido de Amuda Goueli?
Que la curiosidad es un tesoro. Desde niño, sentía curiosidad infinita por ir y conocer más allá. Esas ganas le llevaron con 9 años a El Cairo. Allí estudió y trabajó. Uno de esos trabajos fue precisamente en una librería, donde Amuda reconoce que se volvió adicto a la lectura. Sus ganas de aprender no han cesado desde entonces. Ni lo van a hacer.
Que el optimismo es un ingrediente básico en la vida. Un optimismo que nos permita no solo ver las cosas positivas de los momentos buenos, sino también de los malos, de las adversidades. Amuda es una persona con una pasmosa capacidad de resiliencia, que sabe extraer las lecciones de cada momento. Su sonrisa se dibuja constantemente en su rostro. ¿Ha pasado por momentos duros? Desde luego, posiblemente más duros que los que hayamos pasado tú y yo. Pero es capaz de sacarle el lado bonito a las dos caras de la vida.
Que no hay que perder el tiempo. La vida «vuela» y no podemos detenernos a pensar o hacer cosas que no nos aportan. El tiempo es un regalo y como tal, debemos aprovecharlo y disfrutarlo.
Que la pasión es el motor de los sueños. Cuando sientes pasión por algo, no hay revés que pueda contigo.
Que hay que ser libres. Amuda fue víctima del gobierno dictatorial de Mubarak. Tras participar en una manifestación de la universidad, lo detuvieron. Permaneció en prisión durante 3 meses. Su familia no sabía dónde estaba. Tres meses en los que le torturaron y pegaron. Sin duda la época más difícil de su vida. Allí aprendió, tal y como él dice, el valor de abrir una puerta. De por fin ser libre y dueño de su vida. Durante su encierro aprendió lo que significa la libertad. Ese fue precisamente el impulso para ser emprendedor y para viajar por el mundo entero.
Que el aprendizaje y educación son necesarios. Viajar es una fuente inagotable del primero que nos permite aplicarlo a nuestra vida personal y profesional.
Que cualquier decisión supone tener que ceder en algún aspecto. Si quieres ganar algo, también debes ceder/renunciar a otra cosa. Por ejemplo, si deseas viajar por el mundo, debes ceder y renunciar a tener otros gastos como una casa de mayor tamaño, un gran coche,… Amuda renuncia a muchas cosas para poder tener otras. Su prioridad es viajar.
Que la prepotencia no es buena compañera de viaje y sí, la humildad. Amuda pasó por una época en la que perdió cierto contacto con la realidad y, sobre todo con sus orígenes. Destinia empezó a crecer mucho, él impartía conferencias, aparecía en medios de comunicación… Todo ello hizo que su ego aumentase. Un día, leyendo la prensa internacional vio la fotografía de una niña india que vivía en una tubería muy grande. Su madre la vestía para ir a la escuela. Un bofetón de realidad que Amuda jamás olvidará. Esa imagen está en la puerta de su despacho. Como dice él «dos bofetones de realidad para empezar el día, vienen muy bien».
Que entre todos debemos acabar con la lacra del machismo y el patriarcado. La mayor parte de las directivas de Destinia son mujeres.
De la entrevista de Amuda rescato esta maravillosa frase:
“Los grandes momentos que te pueden cambiar en tu vida, son los más pequeños que hay”
¡Gracias por todo, Amuda!
Marina Estacio
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